martes, 25 de septiembre de 2012

Bálsamos...

Adioses y veranos.

Se despide el verano
de un golpe, 
como un cambio de dirección 
o como una anciana 
al colarse en la cola del supermercado.

El agua llega al puesto de los helados
que esta cerrado a cal y canto
Y las mujeres lloran
el adiós del sol y los hombres
ya no podrán optar por el oro en las palas.

La marea avisa traidora y se lleva las botellas de plástico sin mensaje mientras que un hombre se aferra al frio en las playas donde me hice arquitecto de castillos y donde premeditadamente los destruí.

Siempre en los arenales hay personas que miran al horizonte
enfrentandose a las contingencias y a los caprichos estacionales, se marcha el verano y yo no dispongo de neopreno.

Todo el mundo recoge todo y vuelve a las ciudades aunque algunos nunca se hubieran ido, se guarda el after shave en lo alto del cajón del baño y ondea la vieja bandera que aquel adolescente dejo clavada hace una semanas cuando los últimos coletazos del verano, la consigna es clara" pechugas de pollo 5,75€".

Se despide el verano, mi abuelo da el ultimo martillazo antes de volver, yo ya no me como el bocadillo de nocilla que despedía la tarde, ya no me da miedo el pino majestuoso que silbaba en los días distintos.

Todo el mundo se despide, las mujeres con otros y las mujeres,los niños se aferran las piernas de las madres como los bloques de cemento que sostienen las sombrillas.
Y la nostalgia es un engaño de las tiendas de souvenirs para que compres las postalilla de aquella playa donde dejaste olvidado al perro, donde te aferraste al abrazo para combatir el frio del hombre
que posiblemente te ayude a llevar otras cuantas despedidas de verano.

Te abrigaras y aunque se despide el verano se que no hay abrigo que consiga tapar la ilusión y la espera de volver a empezar con otro verano y su abuelo martillando y su tiempo arrugado de cicatrices y su risa desafiando al tiempo y un niño moreno con miedo al agua.

Y rodar por la arena.
Buenos dias
Y rodar por tu arena.








Frio.

Sácame al cuello de la camisa
Los botones de la impresión
La cremallera del malentendido
Sácame el miedo de las viejas heridas

Sácame la madeja de circunstancias que se reflejan.
Enséñame los idiomas que no entiendo y me hablan a diario.

Sácame la sombra de los alfileres que me clavaron en el pasado
Sácame los mensajes contradictorios las lecciones encalladas, las oraciones de unos ojos vacíos.

Sácame el yo contra yo
y toda esta mierda que
ni me salva ni me mata.

Luego quedaré yo
con la ropa puesta
y el corazón virgen
y volveré a empezar
y tendré el frío
de la transparencia
Y podrás meter un brazo
entre mi pecho y mi espalda.

Sácame el estereotipo
Y notarás que mi frio
es igual al tuyo.





Memoria.

Estoy pensando que hay cosas
que me se de memoria
y por mucho que pase el tiempo


mi memoria sigue intacta


entre algunas de estas cosas esta volver a casa


sonreír a la panadera cuando le compro el pan o


llevarme las manos al bol
sillo por si olvido las llaves.
Aunque si que es cierto que


en algún momento de debilidad
no me importaría olvidarme las llaves


no sonreír a la panadera


o perderme al volver a casa


y probar la novedad de perderme


 acompañándote a la tuya


sonreírte o robarte en su defecto


 tu tiempo y las llaves.








Help.me

Me ayudas a esquivar felicidad caducada,


"A presentarme un beso que me nombre"


de nuevo, como dice Guerra.
Me ayudas inconsciente a no perder mi primera cita


a frotarme los ojos y mirar con nitidez


a escribir en la dirección de una sonrisa


y hacer tropezar a la desgana.
Me ayuda la incógnita de ti 


el respaldo que permite descansar a mis fantasmas.
Y te miro con la seguridad de que mis canciones,


incluso lo que escribo se ha torcido hacia tus labios.
Y mi torpeza es un síntoma de que para acercarme


tengo que ser tan valiente como aquel que de un soplo


consiguió derrumbar las estructuras de tu pena
.
Me ayudas y eso ya me sirve
aunque mi valor corra en otra dirección 


help me.

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